Ninja!

domingo, 24 de agosto de 2008

¡¡NIHAO BEIJING, HELLO LONDON!!


Ya han terminado los juegos olímpicos y, con ello, empezaremos otra vez a hacer zapping por la mañana y encontrarnos a Ana Rosa Quintana y compañía juzgando los quehaceres de nuestros famosos más preciados. Han sido 17 días en los que ha habido de todo, doping, emociones, llantos de alegría, llantos de tristeza, de dolor, aún me estremezco cuando recuerdo aquél concursante de halterofilia al que su codo le dijo basta en mitad de un ejercicio. Pero sobre todo ha habido patriotismo. En España ocurre lo mismo que en el resto de los países, nos sentimos unidos y más españoles si los que nos representan en deportes de élite sonríen mientras ven la bandera alzar. En esta edición han sido 18 las medallas que han venido a España, David Cal ya tiene cuatro a costa de esos brazos que ya los quisiera yo para arrastrar muebles y empata en número a Arantxa Sánchez Vicario en el casillero español, aunque ésta las tiene guardadas en su casita de Andorra que, según ella, se vive mejor, del paraíso fiscal ni hablemos. Buena raqueteadora, como dicen en Sudamérica, es la buena de Arantxa, pero el tenista más grande que ha dado el deporte español tiene acento mallorquín, Rafa Nadal, que no se dejó intimidar por la presión de ser el nuevo número uno capaz de destronar a uno de los tenistas más grandes de todos los tiempos, Roger Federer, que si tradujéramos su nombre al español sería ideal para protagonizar un culebrón venezolano, Rodrigo Fernando. En ciclismo ya demostramos que vamos casi sobrados, fue la primera medalla en caer, de mano de Samu Sánchez, que entró el primero casi sin que sus contrincantes se dieran cuenta, yo que estuve por allí, escuché a los rivales de éste decir algo como “¿y esté de donde ha salido?”, mientras el campeón alzaba los brazos a su llegada a la meta. También vimos que las espadas no solo son cosa de D ´artgnan y José Luis Abajo…que leches abajo ¡¡arriba!!, nos dio el segundo alegrón en forma de medalla de Bronce en una de las especialidades más difíciles de la esgrima, la espada.


La tercera tardó en llegar, a algunos se les hizo más largo que la séptima copa de Europa del Real Mandril. Llegó de la mano del gran Joan Llaneras que demostró, una vez más, que el ciclismo español es una potencia, ya casi ni nos acordamos de los tours de Induráin, y le dijo al mundo entero que es uno de los mejores en su especialidad al colgarse su tercera medalla, segunda de oro, en ciclismo en pista.


En vela y en piragüismo vinieron sendos oros que cerraron la cuenta de este precioso y preciado metal, aunque quizá la plata de Iker Martínez y Xavi Fernández en la modalidad 49er de vela debería haber tenido un tono más dorado si la decisión del Tas hubiera sido la correcta y no la de pasar de todo.


Las platas han sido de sentimientos variados, es lo que tiene quedar segundo. En el dobles femenino de tenis, nuestras chicas Vivi Ruano y Anabel Medina se quedaron a las puertas del oro siendo masacradas por las hermanas más ricas del mundo, después de las Koplowitz y las gemelas Olsen, Venus y Serena Williams, una plata que supo bien. Como bien supo las que se trajeron las chicas de la natación sincronizada con Gema Mengual al frente de la pareja y del grupo, dos platas más que fueron felices al estar detrás de las indomables rusas, que no sé como son tan buenas en agua, con el frío que hace allí. En ciclismo en pista por parejas, de nuevo Joan Llaneras, esta vez acompañado de Toni Tauler (que tiene nombre de boxeador), volvió a colgarse una medalla por otro meritorio segundo lugar en el Madison, no me refiero al Square Garden, sino a una prueba de ciclismo. David Cal, con dos platas, ya mencionado anteriormente, merece una mención especial, sobre todo al mal ratillo que se pegó en el podio a la hora de recibir la medalla, que incluso tuvo que bajarse un par de veces porque su estómago no resistía, no se sabe aún si era por los nervios o por la falta de higiene del campeón que estaba a su izquierda, ya nos los dirá. Gervasio Deferr decidió solo competir en suelo pero de qué manera, alzándose con su tercera medalla, ésta de plata, quedándose a escasos puntos del vencedor, está quizá supo un poco más amarga. El equipo de Hockey dio la cara hasta el final, donde se impuso Alemania quizá en una semivenganza de la pasada Eurocopa de Fútbol, pero esta medalla de plata les dará más reconocimiento si cabe aún. Leire Olaberría, esta muchacha de Cádiz no tiene nombre, protagonizó uno de los momentos más emotivos cuando rompió a llorar al recibir su medalla de bronce en ciclismo en pista, si es que en esto somos especialitos y el equipo de balonmano ganó por tercera vez en su historia la medalla de bronce reivindicándose como una de las potencias de la actualidad al ganar a la hasta entonces vigente campeona olímpica, Croacia. Para mí sin duda, la medalla que me ha sabido mejor ha sido la plata del combinado de baloncesto. Jugando a medio gas durante toda la fase clasificatoria se fue viendo mucho más equipo conforme iban pasando las eliminatorias. Ante la todopoderosa USA pudimos ver que Lebron James, Carmelo Anthony, Kobe Bryant, etc., son humanos y se ponen nerviosos también, ya que los Rudy, Navarro, Ricky, Pau, etc., quizás no sean jugadores de otra galaxia, como es el caso de los norteamericanos, pero sí son los mejores de esta galaxia.


No me queda nada más que agradecer a todos los integrantes del equipo español y a los que nos hicieron vibrar con sus resultados, sus tiempos y su casta, que es lo que más y mejor define la filosofía de nuestro país junto con la solidaridad, tanta veces escasa, pero ahora florada por esas 154 vidas que se cobró el fatídico accidente de Barajas, por sus familias que deben superar ese trance tan delicado y por los que han hecho posible que esa cifra no sea mayor, para ellos van mis medallas.

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