SE ABRE EL TELÓN, PIERDE OTRA VEZ, SE CIERRA EL TELÓN
He de reconocer que, conforme pasan las semanas con esta dinámica, se me va haciendo más difícil sacar algo de comicidad a los resultados que, injustamente en mayor medida, está teniendo el glorioso. Me cuesta por la sencilla razón de que hace años que no se me da bien mentir. Antes era capaz de hacer creer que la causa por la que todas las sillas de mi aula del colegio estaban pintadas, era porque había venido un cuerpo celeste de mediana altura que nos había amenazado a todos con obligarnos a hablar en búlgaro si no pintábamos las sillas y, claro está, como no sé pedir un phoskito (regalo y pastelito) en búlgaro, lo había hecho. Ahora no soy capaz de convencer a mi novia de que he llegado más tarde porque, me han liado.
Hablando de fútbol, puedo prometer y prometo, que la primera parte del encuentro me pareció ver al equipo que tanto tiempo lleva deseando ver la afición, que si se hubiera ido al descanso con cinco goles en la saca no hubiera sido sorpresa. Hubiera sido como un chiste de los de “Se abre el telón”. Se abre el telón y se ve al Betis terminando la primera parte ganando 0-5 en Villareal, ¿Cómo se hubiera llamado la película? “La vida es bella”. Pero el resultado fue distinto y solo un gol de Damiá subió al marcador, que con el 0-1 la película era otra “La morada del miedo”, porque todos los que veíamos el partido estábamos así, con miedo.
El Villareal no es un equipo que se caracterice por dar por perdido un partido en el minuto 45 y no lo hizo. Nos remontó en cuestión de minutos y se nos volvió a poner la cara de tonto que tan bien me sale estas últimas semanas. Al final del partido la película era otra, se abre el telón y se ve al Betis que ha ido ganando todo el partido y al final lo pierde, ¿cómo se llama la película?, Un loco a domicilio.
Basta de símiles de películas e intentemos que las crónicas empiecen a relucir con victorias, porque a este paso la única película que podría definir la trayectoria del equipo sería “La tentación vive arriba”.
Yo sigo confiando, y puedo asegurar que lo haré siempre, en este equipo que en el momento que dure los 90 minutos como jugó los primeros 45, volverá a ser llamado por todos el Inter de la Palmera, como tanto me gusta llamarle.
Aún hay tiempo de sobra, 32 jornadas que, si las ganamos todas, ganaremos la liga de forma abrumadora, así que sigamos siendo optimistas que parece mentira que seamos aficionados de un equipo que ha empatado en casa contra el Palamós, no se ha traído puntos de Lleida e incluso se ha arrastrado por el campo del Éibar. La semana próxima contra el Mallorca el equipo debe jugar con la afición dándole empujoncitos y dirigiéndoles el balón al sitio adecuado, en ese partido comenzará el verdadero Betis, me apuesto mi colección de películas, tan seguro estoy que me apuesto incluso a mi novia, si pierdo la apuesta… además de a mi novia, llevarse a la hipoteca también.
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