Lo dicho, que nadie se levante.
Volvimos a ser lo que fuimos y nunca quisimos ser, el bálsamo de los pobres, la ONG de los necesitados, el red bull de los caídos. Cuando nadie daba ni un céntimo, esas moneditas tan similares a las lentejas que a nadie nos gusta encontrarnos en nuestros bolsillos, por el Levante, llegó nuestro lado más solidario, ala, a regalar puntos, como si estuviéramos sobrados. Pero hay que ser conscientes que la palabra UEFA, pesa en la entidad hoy por hoy. Pesa como si en cuanto hubiera posibilidades de alcanzarla, los tacos de las botas se convirtieran en hormigón y cada paso que antes se daba en un segundo ahora cuesten dos o tres. Menudo es mi betis. Capaz de lo mejor y de lo peor. De hacerle un roto al FC Barcelona y de no poder arreglarle un descosido al último de la fila, el farolillo rojo, o más que eso, el farolillo apagado, como los de la feria que tuvieron su último brillo la misma noche que lo hizo el equipo valenciano en nuestra casa. Manda faroles, el equipo que nos tosió a orillas del mediterráneo vino a tocarnos los bemoles, cuando queríamos irnos a la feria a tomarnos el último litro de rebujito y la última bandeja de pimientos fritos. Pero no nos engañemos, ni nos alertemos, es un partido tonto, una pájara, un partido de esos para ver en el vestuario y recibir collejas del mister, a lo mejor éste se lleva alguna también. El resultado, como todos vimos, pudo ser más abultado de lo que al final fue, un 0-1 tontorrón, tampoco va a amainar el buen trabajo realizado por Paco y los suyos. En líneas generales, el resultado solo sirve para pensar y sacar en positivo lo que no se debe hacer en otras ocasiones; no esperar a contragolpear a un equipo pequeño, a esos hay que jugarles como si se tratara del Algarrobense FC, o el equipo de fútbol de Radio Betis, que el partido no duraría más de 10 minutos, ya que se agotarían los tres cambios y los botes de agua del banquillo, más de uno pediríamos la colaboración de los médicos para tomarnos unas vías de oxígeno para recuperarnos al mundo de los vivos. No me veo corriendo una banda detrás de Odonkor para quitarle la pelota, es más, el alemán me cae bien, así que lo dejo jugar tranquilo, por qué quitarle la ilusión??. Igual que si encaro a algún defensa, Fernando Vega por ejemplo, porque me voy a poner a chulearle e intentar hacerle una bicicleta, yo sé que se la puedo hacer, ¿y si me voy de él, se me enfada y le da por patearme?. Ahora me saldrán moratones y no podré ponerme calzonas en una temporada, con el calor que se avecina. Así que mejor no llevarme mal con nadie, y con mi salud mucho menos. Que nadie se levante hasta que no esté la permanencia matemáticamente solventada, ¿vale?, ala, pues me voy a afeitarme las piernas…Dicho queda
Volvimos a ser lo que fuimos y nunca quisimos ser, el bálsamo de los pobres, la ONG de los necesitados, el red bull de los caídos. Cuando nadie daba ni un céntimo, esas moneditas tan similares a las lentejas que a nadie nos gusta encontrarnos en nuestros bolsillos, por el Levante, llegó nuestro lado más solidario, ala, a regalar puntos, como si estuviéramos sobrados. Pero hay que ser conscientes que la palabra UEFA, pesa en la entidad hoy por hoy. Pesa como si en cuanto hubiera posibilidades de alcanzarla, los tacos de las botas se convirtieran en hormigón y cada paso que antes se daba en un segundo ahora cuesten dos o tres. Menudo es mi betis. Capaz de lo mejor y de lo peor. De hacerle un roto al FC Barcelona y de no poder arreglarle un descosido al último de la fila, el farolillo rojo, o más que eso, el farolillo apagado, como los de la feria que tuvieron su último brillo la misma noche que lo hizo el equipo valenciano en nuestra casa. Manda faroles, el equipo que nos tosió a orillas del mediterráneo vino a tocarnos los bemoles, cuando queríamos irnos a la feria a tomarnos el último litro de rebujito y la última bandeja de pimientos fritos. Pero no nos engañemos, ni nos alertemos, es un partido tonto, una pájara, un partido de esos para ver en el vestuario y recibir collejas del mister, a lo mejor éste se lleva alguna también. El resultado, como todos vimos, pudo ser más abultado de lo que al final fue, un 0-1 tontorrón, tampoco va a amainar el buen trabajo realizado por Paco y los suyos. En líneas generales, el resultado solo sirve para pensar y sacar en positivo lo que no se debe hacer en otras ocasiones; no esperar a contragolpear a un equipo pequeño, a esos hay que jugarles como si se tratara del Algarrobense FC, o el equipo de fútbol de Radio Betis, que el partido no duraría más de 10 minutos, ya que se agotarían los tres cambios y los botes de agua del banquillo, más de uno pediríamos la colaboración de los médicos para tomarnos unas vías de oxígeno para recuperarnos al mundo de los vivos. No me veo corriendo una banda detrás de Odonkor para quitarle la pelota, es más, el alemán me cae bien, así que lo dejo jugar tranquilo, por qué quitarle la ilusión??. Igual que si encaro a algún defensa, Fernando Vega por ejemplo, porque me voy a poner a chulearle e intentar hacerle una bicicleta, yo sé que se la puedo hacer, ¿y si me voy de él, se me enfada y le da por patearme?. Ahora me saldrán moratones y no podré ponerme calzonas en una temporada, con el calor que se avecina. Así que mejor no llevarme mal con nadie, y con mi salud mucho menos. Que nadie se levante hasta que no esté la permanencia matemáticamente solventada, ¿vale?, ala, pues me voy a afeitarme las piernas…Dicho queda
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