UN BETIS DE DIEZ
Por fin pude ver un partido de fútbol sin la cafinitrina a mano ya que el encuentro fue bastante tranquilo durante los noventa minutos que duró el mismo. El Racing de Santander, al que le pesó demasiado llevar el escudo verdiblanco en el pecho, por mucho que lo taparan con cinta aislante, no fue rival para el Inter de la Palmera en ningún momento, además hay que decir que se presentó en el coliseo verdiblanco con más miedo que Paquirrín el día de las notas.
Fue el día de Sergio García, que al igual que su homónimo golfista, las metió a pares e incluso se permitió el lujo de hacer una filigrana y dejarle en bandeja un gol a Emaná que si llega a pillar algo de por medio lo rompe, ya hubiera sido una pierna, un larguero o una tapia de hormigón armado.
Juanma, el intelectual, ese que parece que cada vez que se reúnen los futbolistas del primer plantel para echarse un trivial gana todos los quesitos antes que nadie, jugó también un partido a pesar de jugar a pierna cambiada. Esa expresión, pierna cambiada, me resulta curioso porque me imagino yo a mí mismo con las piernas cambiadas, la derecha en la izquierda y viceversa, si ya con las piernas en su sitio ando peor que Chiquito con un chino en el zapato, a pierna cambiada andaría como el mismísimo Godzilla. Aunque peor sería tener dos piernas izquierdas o dos derechas, parece que estaríamos todo el tiempo girando sobre nosotros mismos sin poder avanzar ni unos tristes centímetros.
Capi volvió a ser el que era, a repartir juego como si del mejor base de la NBA se tratara o tratase, MR. Catering, como cariñosamente llama el enano de la sexta a José Manuel Calderón, base de Toronto Raptors, sería un buen socio del camero a la hora de repartir, ya sean pases o bocadillos de jamón, ya que hoy por hoy son los mejores repartiendo, como en su día lo fue repartiendo patadas aquel futbolista al que tanto se asemeja físicamente mi compañero y amigo Manu Franco, el cual no podía tener en su casa ni sillas ni mesas porque les rompía las patas, según él, era solo una tentación y alegaba que empezaron ellas.
Tres puntos más para la saca, en décimo lugar, mirando de cerca los puestos europeos, algo que los aficionados verdiblancos añorábamos desde hace algunos años, que lo echábamos tanto de menos que casi se nos olvida que los jueves no son solo días perfectos para hacer monólogos, sino para jugar una competición bonita, una competición que veremos al Betis ganar algún día. Si la han ganado los vecinos, muy difícil no tiene que ser conquistarla.
Con lo que me quedo de este fin de semana, además de los dos días que me he pegado en Chiclana con más frío que un camello en Groenlandia, es de la imagen que ha dado el Betis en toda España, doce puntos de quince posibles están al alcance de muy pocos, yo no veía tantos puntos juntos desde que me caí de pequeño con la bicicleta y me hice polvo la rodilla y, de la cantidad de puntos que me pusieron, le dije al médico que me pusiera una cremallerita para presumir en el colegio y enseñársela a los colegas.
Las cosas como son, este Betis promete y mete, a la vista está que en el once titular había cinco de los seis fichajes de este año, y porque Fernando Vega está inconmensurable que si no…, las cosas se están haciendo bien, no como el Real Mandril, al que si hubiéramos pillado ahora le caen más goles que a los alevines del Fuengirola, así que espero que nos toque en la copa del rey…ah no, que también los han eliminado…puaff, pues que les den.
Dicho queda!!
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